2016/abril
29/Comisión de Vocerías/Marcha Patriótica Valle del Cauca
¿“EL FRACKING LO PODEMOS HACER DE MANERA SEGURA Y RESPONSABLE”?
Lo que va entre
las comillas fueron palabras de Germán Arce, nuevo ministro de Minas y Energía.
Los signos de interrogación que inician y terminan el título se deben a lo
difícil de creerle.
Fracking seguro
y responsable es la contradicción perfecta. El nuevo ministro lo aseguraba a
propósito de los retos más fuertes que debe afrontar con su nuevo cargo como parte
de un gobierno que desde 2010 dejó claras sus intenciones de explotar al máximo
las fuentes petroleras, más allá de los daños irreparables implicados en sus
propósitos.
El fracking o
fraccionamiento hidráulico es una forma de explotación de hidrocarburos no
convencionales (como petróleo y gas natural) que consiste en inyectar al subsuelo
con alta presión una mezcla de agua, arena y productos químicos, con el
objetivo de fracturar la tierra y liberar los hidrocarburos que están a
profundidades de entre 1.000 y 5.000 metros. Para que dé resultados, deben
perforarse varios pozos, lo que significa afectar amplias extensiones del
territorio.
En países como
Francia, Bulgaria, República Checa y Rumania esta práctica está prohibida, pues
aunque resulta rápida y económica para los interesados en obtener el petróleo
(no en vano llamado “oro negro”), causa impactos irreversibles como:
- Enfermedades graves como cáncer y mutaciones, afectaciones al sistema endocrino, alergias y daños en el sistema nervioso.
- Disminución de la disponibilidad de agua para consumo humano y para cultivos. La fracturación de un solo pozo necesita entre 9 y 29 millones de litros de agua.
- Contaminación de las fuentes de agua con más de 750 tipos de productos químicos tóxicos, metales pesados y materiales radioactivos.
- Emisión de gases y aumento del calentamiento global.
- Aumento de las probabilidades de sismos, pues altera las placas tectónicas y desestabiliza las fallas geológicas existentes.
En Texas, Estados
Unidos, una petrolera fue obligada a pagar una millonaria suma a una familia afectada
por las consecuencias del fracking. En Colombia, la Contraloría advirtió al
Ministerio de Ambiente, a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, al
Ministerio de Minas y Energía y a la Agencia Nacional de Hidrocarburos sobre
los riesgos ambientales del fracking. Sin embargo, lejos de pensar en prohibir
la práctica o en exigir a las grandes empresas que paguen los daños causados,
el Estado sigue abriendo las puertas para que el gran capital tenga todas las
garantías para explotar el subsuelo. Argumentando que todo lo que esté bajo la superficie
de la tierra le pertenece, sigue entregando licencias con duración mayor a 40
años a petroleras como Conoco Phillips (EEUU). El gran detalle es que la
explotación de lo que está abajo tiene directas consecuencias sobre todo lo que
está arriba, es decir sobre los ecosistemas, los territorios y las comunidades
que los habitan.
Por todo esto,
sostenemos que el fracking debe ser prohibido en Colombia, pues son las
comunidades quienes padecen sus más nocivas consecuencias. Sin garantías para
acceder al agua y a un medio ambiente sano no hay justicia social.
Si quieres saber
más puedes leer:
http://nofrackingmexico.org/que-es-el-fracking/
http://lasillavacia.com/elblogueo/blog/alerta-colombia-no-esta-lista-para-el-fracking-47405
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