ALGUNOS APORTES SOBRE EL TRABAJO BARRIAL COMO MOVIMIENTO SOCIAL.
Por: Steven A. Ospina B.
Colectivo Soñadores Siloé
–Comuna 20 de Cali.
El motivo del siguiente documento es generar una
reflexión sobre cómo hemos venido desarrollando el trabajo barrial,
comunitario, y de ser posible aterrizarlo a otros sectores. En este importante
espacio de lucha, nos cualificamos y fortalecemos para asumir distintas tareas
dentro del movimiento social y popular, legitimando y visibilizando la
organización, y por tanto a quienes hacen parte de la comunidad. Los
aprendizajes han sido incalculables. Aun así nos podemos preguntar: ¿estas
ganancias son realmente lo que necesitamos para avanzar hacia dónde queremos?
¿Qué es Trabajo Barrial?
Como trabajo barrial entendemos la búsqueda de
organizar y empoderar los habitantes de un territorio urbano, entendiendo el
contexto, herramientas que tenemos al alcance, lenguaje, y sobre todo espacios
de incidencia.
¿Objetivo de nuestras organizaciones barriales?
Despertar, Organizar y elevar el nivel de
conciencia de la población urbana para dar la disputa por el poder (lucha de
clases) en las condiciones que impone la sociedad moderna en el territorio
Urbano.
Para Despertar la conciencia necesitamos conectarnos con la comunidad,
construir tú a tú, dejar a un lado el planear y ejecutar desde la generalidad o
subjetividad. La táctica debe cambiar, no basta con comunicar a partir de
revistas, videos, murales, música o realizar actividades que nosotros como
organizaciones sociales nos propongamos desarrollar. Se hace necesario que
empecemos a pensar la forma de llegarle a cada sujeto del barrio, debemos
buscar la forma de ser escuchados, pero sobre todo de escuchar a la comunidad y
desarrollar de forma conjunta la propuesta para lograr vincular la mayor
cantidad de gente en cada actividad.
Organizar los habitantes de los barrios con el
objetivo de construir el nuevo poder,
donde nuestros barrios sean la punta de lanza para la disputa por el mismo en
las ciudades, siendo fuerza movilizadora y orientadora de la construcción del
nuevo gobierno, con capacidad de mandatar a partir de asambleas populares el
quehacer en nuestros territorios.
Elevar el nivel de conciencia de la población
urbana que es el mayor porcentaje del país (cerca del 70%) alienada por el modo
de producción capitalista, se requiere que diferente sectores que habitamos la
ciudad, entendamos el papel político como sujetos urbanos.
¿Nuevas formas de hacer política y construir el
nuevo poder desde los Barrios?
El nuevo poder y las nuevas formas de hacer
política van de la mano, es precisamente las nuevas formas de hacer política
que nos llevaran y garantizaran el nuevo poder.
El nuevo poder será el ejercicio político y
cultural por parte del pueblo (no solo las organizaciones sociales) para
definir el desarrollo económico, político, social, cultural, ambiental de la
sociedad desde sus diversas formas de organización que conformaran los
escenarios decisorios en los territorios.
Actualmente los movimientos sociales tenemos una
incidencia mínima en los poderes locales de las Comunas y barrios, además de la
falta de procesos de base que tracen planes estratégicos de cara a consolidar
nuestro proyecto político, desarrollar y construir las nuevas formas de hacer
política desde nuestras realidades urbanas.
En concreto, las nuevas formas de hacer política
significa el desarrollo de nuestros quehaceres vinculando en todas las
decisiones y acciones a las comunidades, de no ser así, las organizaciones
serán vistas como fundaciones asistencialistas, grupos culturales y diferentes
organizaciones que llegan a los barrios sin un sur político claro o con
intereses politiqueros, grupos que la comunidad ve como externos a la dinámica
del barrio. Nosotros debemos lograr que las barriadas se identifiquen, admiren,
reconozcan y sobre todo se sumen a nuestras organizaciones, debemos vincularlas
en cuestiones mínimas y macro.
Debemos dejar de engañarnos diciendo que incidimos
en “X” sector por el hecho de tener presencia ahí, la incidencia va mucho más
allá de vivir o reunirse en un lugar. El empoderamiento de los espacios es solo
una parte de lo que podríamos llamar incidir,
lo más necesario e importante es ser un referente para la comunidad, que
nuestras definiciones sean escuchadas y ejecutadas por la mayor población
posible.
Es una constante que nosotros, los organizadores,
seamos los que evaluemos y analicemos la situación del barrio para
posteriormente emprender acciones y exigir la solución; muchas veces también a
partir de la generalidad, nace la hora de hacer la política de otra forma,
necesitamos empoderar a los habitantes de las comunas de voz y voto, y más
allá, de convicción por la defensa de su territorio.
La tarea inmediata es volcar todas nuestras fuerzas
a planificar y ejecutar de cara a la comunidad, no de forma general, como
gritándole al barrio. Debemos pensarnos en cada vecino, aprovechar las
cualidades de cada persona en la que podamos incidir, además proyectar como
difusores de nuestra propuesta a los tenderos, chanceros, comerciantes y demás
personas que tengan la capacidad de interlocutar con vecinos.
Retos por vencer.
Para nadie es un secreto que la cultura en nuestro
país está permeada por los más violentos vicios propios de la sociedad
capitalista, como los son el conformismo, chisme, la cultura mafiosa, la
intolerancia y el sexismo. Esto complejiza mucho más nuestro objetivo, pues
dificulta generar organización para el desarrollo de las tareas necesarias para
la construcción de ese añorado nuevo poder.
Es ahí justamente donde debemos halar el gatillo
para disparar nuestras ideas en contra de la ideología dominante, nuestra
creatividad, tesón y convicción deben romper las formas de convivencia a las
que nos obliga el sistema actual. No permitamos que la pena, el miedo o la
falta de iniciativa detengan nuestra importante tarea, vamos a trabajar a
partir de lo existente en cada sector de incidencia. Entones, miremos, qué
podemos hacer si por ejemplo, los vecinos no se pueden ni ver para hablar de
los problemas de la cuadra. Pueden ser posibles soluciones a dichas realidades
de micro-conflictos realizar una encuesta puerta a puerta que concluya en un mandato
que recoja las problemática de infraestructura, servicios básicos y convivencia
en la que se construyan exigencias que nosotros deberemos llevar a la escena
local para que sean resueltas en el caso de infraestructura y derechos básicos.
En el tema de la convivencia, construir recomendaciones en la que cada vecino
al leerlas se sienta constructor de lo que leyó. Lo anterior es solo un ejemplo
de las cientos de formas de accionar para empezar a dar la disputa política e
ideológica, además de legitimarnos y muy seguramente mejorar las condiciones
del barrio y la organización.
Se presenta que muchos barrios populares no son
precisamente lo que tenemos en el imaginario, no todas las comunas están
plagadas de hambre y miseria, en muchos casos los habitantes tienen resueltas
las necesidades básicas como la alimentación, empleo, agua y energía, situación
que genera conformismos y actitudes pequeño-burguesas en las que la gente cree
que no está siendo explotada o víctima del evidente conflicto social, lo que dificulta
la tarea de generar reivindicaciones propias en dichos territorios. En este
caso se pueden hacer actividades que generen conciencia del gran conflicto del
país. Debemos lograr que entiendan que necesitamos condiciones óptimas para el
buen vivir, tenemos la tarea de aterrizar el debate de la crisis del
capitalismo y la gran brecha de desigualdad existente, concienciar a los
habitantes de la urbe sobre las problemáticas de la nación que habita, mostrar
la realidad de otros sectores y espacios del país para sensibilizar y concienciar a dichas
personas.
Otro elemento que se puede evidenciar en las
barriadas es la venta y consumo de
“vicio”, eso es una constante en la mayoría de barrios, este fenómeno desvía la
atención del gobierno e incluso de los mismos habitantes, que muchas veces ven
como el problema más grande del barrio la violencia y decadencia en la
juventud, dejando como responsable a esos micro o macro tráficos. Y sí, ¿Quién
dice que ese no es el problema que más afecta el barrio? , frente a este tema,
nuestra tarea es generar espacios alternativos para la niñez y la juventud,
buscar la salida inmediata a la
problemática a la par que reivindiquemos y agitemos este fenómeno como
resultado de la violencia política ejercida contra la sociedad civil.
La violencia política es una fuerza que se refleja
en el tejido social de las comunidades, el gobierno nos da solo dos cosas:
olvido o políticas para beneficiar a la élite económica y política de la urbe.
Un ejemplo de eso es el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) de Cali o las
Mega Obras, cuyo eje central es el desarrollo en infraestructura, vivienda de
interés social, y grandes apartamentos en la periferia de la ciudad, impulsando
así el crecimiento económico no de la comunidad, sino de gremios específicos
del mercado y políticos beneficiados por aprobar estos proyectos.
Las políticas públicas y proyectos gubernamentales
solo se preocupan por cómo se ve y el buen nombre de la ciudad a la luz de
otros municipios, departamentos o países. La juventud, niñez y pueblo en
general hemos sido olvidados, el olvido a los barrios, la falta de acceso a la
educación, salud y empleos traen como consecuencia la violencia y consumo de
drogas en nuestros territorios.
¿Transformar para Vencer o seguir así para
Resistir?
La tarea difícil es crear la táctica y estrategia
para que la comunidad entienda que el cambio está en nuestras manos, no
precisamente necesitamos de profesionales de la política en cargos públicos
para empezar a ejercer la transformación de nuestro entorno.
La tarea es compleja, implica para muchas de
nuestras organizaciones transformar las formas en las que venimos trabajando,
desarrollar un gran despliegue organizativo, pero nadie dijo que esto iba a ser
fácil, estamos peleando por lo que nos robaron, nuestro sueño no tiene límites,
vamos por la paz con justicia social, vamos por nuestros derechos.
En resumen, debemos tener en cuenta varios
objetivos especificos, que a mi criterio considero imprescindibles para vencer
con todos los retos que se presenten:
- Planear a partir de un riguroso análisis del entorno y formas de relacionarse en las zonas.
- Construir y desarrollar iniciativas que legitimen la organización en las comunidades.
- Evaluar constantemente la táctica que se defina para adelantar las tareas que se tiene, siempre pensar como vecino y con los vecinos. Contextualización.
- Aterrizar en clave de barrio cualquier objetivo, tesis o propuesta que se piense desarrollar.
- Participar de cualquier decisión que se tome para que goce de legitimidad y así mismo se cumplan de manera adecuadas.
- Impulsar las Asambleas Populares.
- Generar formas de economía alternativa y solidaria para las organizaciones y la comunidad.
- No sufrir de vergüenza, siempre será más grande el sueño por un mundo justo.
Nadie dijo que este camino sería fácil, pero valdrá la alegría.
Tomado de: http://goo.gl/xctlWs
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