La Paz de
Santos
no es la Paz con Justicia Social
Por: Luis Fernando Taylor Orozco
Rep. Est. CSU de la Universidad del Valle
Integrante de la Coordinadora Estudiantil de
la Universidad del Valle
PUPSCOC – Marcha Patriótica
Mientras el paisaje de la Guajira
se pinta de vacas muertas y rostros sedientos ante la catástrofe ambiental que
padecen este y otros departamentos
producto de la precaria política Estatal en materia de prevención y
generación de planes gubernamentales para hacer frente a las fuertes sequias
que enfrentan diversas regiones de la zona rural de Cúcuta, Casanare, Huila,
entre otros. En el departamento del Choco 1 de cada dos habitantes viven en
condiciones de extrema pobreza y 4 de cada 5 no tienen acceso a agua potable ni
cuentan con acueducto o alcantarillado (http://bit.ly/1q7EGbO), donde las
caras sucias de niños desnudos y desnutridos hacen parte del paisaje nacional,
que en la Guajira -según la defensoría del pueblo- alcanzó la cifra de 37.000
niños en estado de desnutrición.
Y que más puede esperarse de un
país que ocupa el puesto 12 en materia de desigualdad, entre 168 paises, con un
coeficiente Gini de 53,9 según el último informe Naciones Unidas (http://bit.ly/WI7IBE)
en el que el 53% de la población rural no tiene acceso al servicios de agua
potable, el 82,2% a servicios de alcantarillado, y anualmente mueren
aproximadamente 13,600 niños menores de 5 años por enfermedades evitables
debido a la baja cobertura en agua y saneamiento en algunas regiones del país (http://bit.ly/1nhmzwT). La
situación es tan dramática, que es comparable con la de países como el Congo y
Sierra Leona.
Paralelo a esto, en la
instalación del Congreso de la Republica el pasado 20 de Julio aparece Santos
como uno de los presidentes más demócratas de la historia, augurando que en su
gobierno con la consecución de la “paz” - que hace parte de los anhelos de
todos los colombianos- se realizaran las trasformaciones que requiere el país. ¡Vaya engaño!
203 años después del grito de
independencia, aparece entonces -un 20 de julio- el ´presidente de la paz´
haciendo pública la agenda de Washington en nuestro país, pidiéndole apoyo a
sus mayorías en el Congreso de la Republica,
invocando la unidad y la reconciliación nacional. Ese tipo de unidad que
hace posible la especulación financiera en Wall Street de los principales
activos del país, extraídos por multinacionales tales como la Anglo Gold
Achanti, Pacific Rubiales, BHB Billinton, la Glencore, Duke Energy entre
otras. Y que ahora andan tras uno de los más importantes activos de la nación:
ISAGEN.
Esta unidad de la que tanto
parafrasea el gobierno no debe confundirnos, pues no busca otra cosa que
mantener los privilegios de quienes por años han profundizado las condiciones
de desigualdad social en el país. La unidad por la que abogamos y en la que
debemos profundizar es en aquella que ha permitido los avances de la lucha
popular en Colombia, la unidad entre quienes anhelamos una verdadera
transformación de las condiciones sociales del país. Ese tipo de unidad que
caracterizó el Paro Nacional Agrario y Popular o la lucha estudiantil de 2011
que por medio de la movilización hizo posible echar al traste la lesiva reforma
a la educación superior que ahora se nos
presenta a modo de Política Pública.
La Unidad que propone Santos es
la unidad de la reforma a la salud al servicio de las EPS, de la represión
contra los campesinos colombianos, la del pacto agrario y del asesinato a 60
dirigentes de la Marcha Patriótica. Ese
tipo de unidad a la que es imposible converger, porque no es una unidad para la
paz con justicia social.
La paz trae inmersa en su
concepción y ejecución la justicia social como pilar fundamental de un
verdadero proceso de reconciliación, estable y duradero, que solo será posible
conseguir con el concurso y participación del conjunto del pueblo colombiano
unido, organizado y movilizado. Es por esto que insistimos en el llamado a una
Asamblea Nacional Constituyente, como primer paso hacia una apertura
democrática en el país, que garantice las condiciones necesarias para la
movilización social, pues entendemos que la paz con justicia social, será
producto de las trasformaciones sociales políticas y económicas que solo llegarán a ser una realidad, con unas
mayorías convencidas y organizadas dispuestas a construir un nuevo poder.
La paz de Santos, no es la paz
con justicia social, esta solo puede ser el fruto de la rebeldía organizada de
las mayorías en Colombia dispuestas a abocarse a la construcción de una patria
diferente, grande y soberana.
¡Por
democracia real, vamos por la Asamblea Nacional Constituyente!
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