Compañero Huber,
Bienvenido de nuevo al lugar de la Dignidad
La idea de libertad no pertenece al desprendimiento
de la tierra, como comúnmente ha sido su
principal metáfora, la de
volar. Esta es la idea que ha construido la mentalidad burguesa que solo tiene
filiación con lo
superfluo, lo vaporoso, lo metafísico…
Para la terrenalidad que somos la libertad es
impensable sin las ataduras que hemos escogido (en ejercicio de la libertad
misma) a los pueblos, este es un buen ejemplo de que no hay conceptos ni ideas
absolutas; el principal ejercicio de libertad para los revolucionarios ha sido
la entrega de cuanta cosa uno es, a los nobles propósitos del colectivo, a la siempre sabia conducción popular.
Para los indispensables que enunciara Bertolt Brecht,
la posibilidad de andar el camino escogido es lo que otorga la felicidad, allí comenzamos a sentir una idea más cercana de la libertad a nuestra manera. Ellos
mismos, los indispensables, solo encuentran felicidad en la felicidad completa,
es decir, de todos y de todas; solo encuentran libertad en la libertad para la
humanidad, solo encuentran dignidad en un mundo colmado de miradas profundas y
serenas; solo encuentran plenitud en la sepultura definitiva de los yugos.
La felicidad embargó a quienes compartimos los días contigo cuando la noticia fue comprobada, el Mono
Huber había sido liberado;
a quienes no te conocieron la expectativa que había sido generada les alumbró la mirada porque no has dejado de ser un referente
para esas construcciones a las que este colectivo decidió disponerse de cuerpo entero.
Las nuevas generaciones que hoy trabajamos en la
Coordinación Campesina hemos
sido gratamente sorprendidos por el aprecio que sostienen las comunidades que
ayudaste a organizar; también ha sido motivo
de admiración la envergadura
de tu caminar por estas inconmensurables tierras, casi no entendemos cómo ha sido físicamente posible un andar que deja huellas tan
hondas en tantos lugares…
Nuestros viejos
se reconfortaron con tu regreso, argumentan que eres un dirigente que encarna
los auténticos intereses populares, de manera firme pero siempre afectuosa ha
sido tu manera de empujar sin tregua este amoroso proyecto.
En buena hora regresas, la novedad que impone el
acuerdo de paz nos demanda la experiencia de quienes conocen hondamente
nuestros procesos, nos pide que miremos con atención los movimientos y seamos
capaces de adaptarnos sin perder el fundamento de lo que nos constituye.
Salió el mono, dicen
en el campo cuando amanece; las gentes ya continuaban el trabajo antes de su
aparición, el sol espanta el frío que trajo el descanso de cada noche, el
novedoso calor propone la organización de sistemas que niegan la anarquía del
frío, la energía comienza a acumularse y transformarse en masa que nutre
nuestro estar en el mundo.
A todos los presos políticos enviamos un abrazo por ser
un refugio para la dignidad de nuestra organización.
Gracias por volver cada día.
Enero de 2017, Coordinación Campesina
del Valle del Cauca
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