Declaración
Política
Reunión
Comité Patriótico Nacional – COPAN –extraordinario.
La crisis política y social del país se agudiza en
la medida que el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, neoliberal y
plutocrático, ignora las acuciantes necesidades de la población colombiana, víctima
de las medidas antipopulares y antinacionales en beneficio del gran capital,
del capital financiero, de las transnacionales y para fortalecer el bloque
hegemónico del poder.
Colombia está en pie de lucha, con el ejemplo de
las movilizaciones recientes como el paro agrario, étnico y popular, las
protestas regionales, campesinas, indígenas, estudiantiles, sindicales,
sociales y de las negritudes, del movimiento de mujeres y de la cultura,
reflejo de que amplios sectores populares están en resistencia contra la explotación
capitalista, que deprecia el salario y sostiene la informalidad. Las soluciones
capitalistas, apoyadas en la represión, están encaminadas a conculcar los derechos
sindicales y la protesta social y popular; así como se sostienen en el extractivismo,
la entrega de la soberanía nacional a través de los TLC, el deterioro ambiental
y el control de la economía por el capital financiero, parasitario e inhumano.
Es el viejo expediente de descargar la crisis sistémica sobre los hombros de los
trabajadores y las trabajadoras.
La agenda legislativa del gobierno de Santos
apuntala esta tendencia antipopular, mediante la reforma política llamada del
equilibrio de poderes, que pretende afianzar el sistema tradicional de
privilegios en beneficio de los partidos del establecimiento; la ley de baldíos
para beneficiar a los terratenientes en una nueva versión de AIS; la privatización
de la seguridad social, la salud y la educación y un nuevo régimen pensional
que aumenta la edad de la jubilación. Dicha agenda de la unidad nacional, apoyada
por la bancada de la Unidad Nacional y otras, incluyendo a los uribistas, es una
agresión a los sectores populares y al pueblo colombiano, va en contravía de
los acuerdos parciales de La Habana y son una agresión más de las políticas
neoliberales oficiales en beneficio de las minorías oligárquicas. Marcha
Patriótica invita al Frente Amplio, a las organizaciones afines, sindicales,
sociales y populares, a convocar una protesta de rechazo al nefasto paquete
parlamentario, para el mes de marzo, previo al periodo de sesiones ordinarias
del Congreso de la República.
El país está bajo un gobierno que representa los
intereses de la oligarquía y del imperialismo y del bloque histórico dominante
tradicional, responsable de las sempiternas causas del conflicto político,
social y armado de más de seis décadas.
El principal rasgo del proceso político colombiano
es el de la búsqueda de la paz, sobre la base de construir un acuerdo político
y social con las insurgencias. El esfuerzo en el momento actual está puesto en
La Habana en las conversaciones entre las delegaciones del Gobierno Nacional y
las FARC-EP, que desarrollan el cuarto punto de una agenda de seis, contenida
en el Acuerdo Político para ponerle fin al conflicto y construir una paz
estable y duradera. Las FARC-EP no son una guerrilla derrotada y actúa con
iniciativa en la mesa, buscando siempre la mayor participación de las
organizaciones sociales y populares a través de los foros nacionales
organizados por la ONU y la Universidad Nacional y de las redes sociales por
las cuales los ciudadanos y ciudadanas hacen numerosas propuestas.
Hoy la paz estable y duradera está más cerca que
nunca en el entendido que debe llevar a fortalecer la democracia y a cambios
sociales, en particular aquellos que están en el origen mismo del conflicto. Es
la paz con democracia y justicia social, contenida en un acuerdo general, que
deberá ser refrendado por el soberano en la Asamblea Nacional Constituyente,
que además tendrá la tarea de dirimir los desacuerdos y asumir las reformas
políticas y sociales de fondo que abran el paso a un nuevo país, a un nuevo
orden político, social y económico.
El Gobierno del presidente Santos que está sentado
en La Habana y realiza la etapa exploratoria con el ELN, asume los diálogos de
paz con ambigüedad y concesiones a la extrema derecha, contrario a lo que
prometió para lograr la reelección en el mes de junio del presente año. Su
gobierno refuerza el statu quo, el viejo país que hay que erradicar con un
nuevo poder constituyente en el cual el principal protagonista será el pueblo
colombiano. Santos predica que el país está en el posconflicto para birlar el
debate sobre la Constituyente y los puntos que aún no están definidos puesto
que los acuerdos son parciales como está consignado en los borradores de los
mismos, divulgados hace unas semanas.
El proceso de paz aún no está en el punto de
irreversibilidad como lo aseguran los voceros gubernamentales. Hay poderosos
enemigos de la paz dentro y fuera del gobierno, que preparan actos de
provocación tanto en La Habana como en el territorio colombiano, contra
miembros de la Delegación de las FARC-EP y en el país contra reconocidos
integrantes de “Colombianos y Colombianas por la Paz” y voceros de Marcha
Patriótica, Piedad Córdoba y Carlos Lozano. Es la extrema derecha militarista y
recalcitrante, que ha ganado terreno gracias a las campañas mediáticas contra
la solución política y a la debilidad del Gobierno Nacional. Contra ella hay
que oponer tenaz resistencia, rodeando de apoyo los diálogos de La Habana y
desenmascarando los propósitos guerreristas y golpistas que animan a estos
sectores ultraderechistas y descompuestos. Los planes provocadores cuentan con
apoyo internacional y de los servicios de inteligencia militar, comprometidos
con las chuzadas y las campañas contra la salida política dialogada.
Alertamos al país y al mundo que el proceso de paz,
para su concreción final, requiere de medidas del gobierno para frenar y acabar
el paramilitarismo que se extiende por el territorio nacional con los mismos
apoyos de siempre y una mayor voluntad gubernamental, porque una cosa dice en
La Habana y otra la que ejecuta en el territorio patrio.
Es imperiosa la construcción del Frente Amplio por
la Paz, la Democracia y la Soberanía, que no puede limitarse a respaldar la
paz, sino que debe promover la lucha social y popular de resistencia al
neoliberalismo y al desafuero gubernamental que privilegia los intereses del
capital, así como asumir la tarea de la convergencia de fuerzas democráticas y
populares en una alternativa de poder para los cambios de fondo en la vida
nacional. Solo un gobierno popular puede consolidar la paz estable y duradera.
Marcha Patriótica se compromete a nivel nacional y
regional con el Frente Amplio en el entendido que abarcará las tres tareas
fundamentales (defensa de los diálogos, promover la movilización de masas y
construir el proyecto alternativo de poder), pilares para un proceso de
renovación en la vida nacional.
Lo fundamental en esta etapa es la lucha de masas,
la organización del pueblo colombiano en defensa de sus derechos y
reivindicaciones sociales, porque así es como se construye el proyecto
alternativo. Asociado a las tareas del poder constituyente que sea la base para
la futura Asamblea Nacional Constituyente donde el pueblo colombiano, dotado de
su poder soberano, producirá las transformaciones institucionales en el terreno
político, social, económico, ambiental y cultural.
Sin desconocer la persistencia de un régimen
político profundamente excluyente y antidemocrático, con altos niveles de
ilegitimidad, expresada en el mantenimiento de elevadas cifras de abstención y
la continuidad de prácticas clientelistas y mafiosas, sin garantías reales a la
oposición, la jornada electoral que se avecina en 2015, estará cruzada
especialmente por la agudización de las contradicciones entre el bloque de
poder dominante y el nuevo ciclo de protestas populares en respuesta a la
agenda neoliberal que caracteriza el continuismo del gobierno Santos. También
es parte del proceso constituyente en desarrollo, los procesos de paz en curso
como el elemento más significativo de la coyuntura nacional y el articulador
del conjunto de contradicciones políticas y sociales de las que se presentan
actualmente en la sociedad colombiana.
Para Marcha Patriótica la participación política
electoral como elemento táctico en la construcción de poder es una expresión de
la dinámica de lucha y, por tanto, un escenario que puede permitir construir
mayorías sociales, confrontar el régimen y acumular fuerzas para la
construcción de la alternativa de poder para el pueblo colombiano.
La participación electoral de Marcha Patriótica
será sobre la base de la nueva forma de hacer política, sustentada en la
estrecha relación con la base social y las luchas populares. La campaña
electoral es de confrontación con el neoliberalismo, con los TLC, con la
presencia expoliadora de las transnacionales, por un modelo alternativo
económico y por reformas profundas, en lo regional y nacional, en lo político,
social, económico, ambiental y cultural, unida a la movilización y a la
resistencia popular contra la explotación del capital. Es la lucha por los
cambios políticos urgentes de la apertura democrática y social en la
perspectiva de forjar un bloque contra hegemónico de poder, escenarios a los
cuales debe contribuir la participación política electoral.
En las elecciones departamentales, municipales y
locales de 2015 el reto para la izquierda, los sectores democráticos y sociales
es conquistar poder popular, un nuevo poder ético y con nuevas formas decentes
de hacer política. En este sentido, para Marcha Patriótica la participación electoral
está en el camino de fortalecer el Frente Amplio por la Paz, la Democracia y la
Soberanía y las relaciones con las organizaciones afines en el objetivo de la
segunda emancipación nacional.
Marcha Patriótica irá a las elecciones en todo el
territorio colombiano, aunque las juntas nacional y departamentales estudiarán
las circunstancias concretas en aquellos sitios donde no existan las
condiciones por diversos motivos. La participación será con identidad propia,
pero buscando acuerdos con organizaciones políticas y sociales afines, que
promuevan la paz con democracia y justicia social, la Asamblea Nacional
Constituyente, el cese bilateral de fuegos y la implementación de los acuerdos
parciales de La Habana. La clave está en la unidad con criterios nacionales y
regionales, sustentados siempre en la nueva forma de hacer la política, con una
campaña electoral de cara a las necesidades de los sectores populares, urbanos
y agrarios, con un programa político y social, con compromisos éticos serios,
mecanismos de control y rendición de cuentas ante los electores.
Sobre esta base y orientaciones, la militancia del
Movimiento Social y Político Marcha Patriótica volcará esfuerzos hacia la
campaña electoral. Designará una comisión nacional que tendrá a cargo la coordinación
en Bogotá y los departamentos. Realizará a la mayor brevedad posible un
seminario electoral en el cual se escucharán experiencias democráticas y de
izquierda en otros países. Nombrará la Comisión Ética y promoverá la
designación de los candidatos en las asambleas cívicas y populares.
COMITÉ
PATRIÓTICO NACIONAL
MOVIMIENTO
POLÍTICO Y SOCIAL MARCHA PATRIÓTICA
Bogotá
D.C. 8 y 9 de noviembre de 2014.
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